Las láminas de acrílico ofrecen múltiples beneficios entre los que se destacan: Mayor vida útil que otros laminados plásticos; iluminación natural al 100% sin zonas de penumbra; conserva su color por mucho más tiempo sin signos de amarillamiento; máxima protección contra los rayos UV; mejora el ambiente laboral y el rendimiento; abona a la obtención de puntos LEED a construcciones sustentables; grandes ahorros de energía eléctrica.

El acrílico es mucho más resistente que el vidrio y para aprovechar al máximo la luz natural es la mejor opción ya que transmite hasta el 92% de esta. Soporta temperaturas que llegan hasta los 87 grados Celsius por lo que puede resistir a la intemperie sin problemas. El acrílico Acrylit es particularmente más rígido que el policarbonato, lo que puede traducirse en que es menos resistente a la presión, pero tiene la ventaja de que su costo es menor y puede ser cortado con mayor facilidad. La lámina Acrylit se puede aplicar en naves y parques industriales, bodegas, almacenes, supermercados e invernaderos. También en soluciones arquitectónicas en complejos deportivos, hoteles, piscinas y aeropuertos.